Maya Sommers

Desde pequeña mi infancia se transcurrió en mudanzas constantes y cambios. Con dos padres trotamundos viví de un país a otro, paisajes que se desdibujaban y escuelas que se sentían como estaciones de paso. Canarias se finalmente se convirtió en el punto donde pude echar raíces, pero pronto entendí que el verdadero refugio no siempre se encuentra en un lugar físico.

Desde fuera, parecía tenerlo todo: la vida de alguien que colecciona experiencias y paisajes. Pero por dentro, las sombras eran igual de reales. Aprendí muy joven lo que significa sentir que no perteneces a ningún sitio. Conocí la anorexia y la fragilidad de un cuerpo que buscaba un control imposible. Viví con enfermedades que drenaban mi energía y con la despersonalización, como si el mundo entero se hubiera vuelto irreal. Mi digestión se volvió un espejo de mis emociones y mi autoestima, un campo de batalla.

Sin embargo, en medio de todo eso, encontré un hilo de luz: la escritura, el Tapping y Un Curso de Milagros. No me salvaron de la noche a la mañana, pero me devolvieron algo más valioso: la certeza de que puedo elegir cómo quiero vivir. Aprendí que la mente no es un enemigo si la sabes escuchar. Que no somos nuestros miedos, sino la forma en que elegimos mirarlos. Que la fuerza más grande que existe nace de saber que no tienes que huir de ti misma.

Hoy escribo porque creo que todos —sin excepción— llevamos dentro una sabiduría que el ruido del mundo nos hace olvidar. Escribo para recordarte que, incluso en los momentos más grises, existe un lugar sereno que nunca desaparece. Que la vida no es solo la historia que te contaron, sino la que tú decides crear.

Este blog es mi forma de compartir lo que he aprendido: que las cicatrices pueden ser mapas hacia lo más auténtico de nosotros mismos. Que la salud, la autoestima y el amor propio no son lujos, sino derechos que merecemos reconquistar por el bien de todos. Que no estás solo/a cuando decides volver a ti.

Hoy disfruto de una salud que antes creía imposible, de una autoestima que ya no me exige demostrar nada y de relaciones que suman amor y respeto. No porque todo sea perfecto, sino porque entendí que lo perfecto es saber sostenerte, pase lo que pase.

Aquí, en este espacio, quiero que encuentres un respiro. Una chispa de claridad cuando la mente se llene de ruido. Un recordatorio de que siempre hay otro modo de ver las cosas.

Bienveni@ a este espacio para volver a lo esencial y para sumar valor a un mundo donde cada uno de nosotros tiene efecto por doquier.

With love: Maya Sommers